EUROPA
PRESS
26 marzo
2018
Vinculan
trastornos del desarrollo cerebral a toxinas ambientales comunes
La exposición de las mujeres
embarazadas y los niños a las toxinas comunes que alteran la hormona tiroidea
puede estar relacionada con una mayor incidencia de trastornos del desarrollo
cerebral, según una revisión publicada en 'Endocrine Connections'.
La revisión describe cómo numerosas sustancias químicas
comunes pueden interferir con las acciones normales de la hormona tiroidea, que
son esenciales para el desarrollo normal del cerebro en fetos y niños pequeños,
y sugiere la necesidad de una mayor intervención de salud pública.
Las hormonas tiroideas (TH) son esenciales para el
desarrollo cerebral normal de los niños y estudios previos en humanos han indicado
que incluso una interrupción moderada de la función TH en mujeres embarazadas
puede afectar al desarrollo cognitivo y elevar el riesgo de trastornos del
desarrollo cerebral en sus hijos.
En los tiempos modernos, un incremento en la producción de
sustancias químicas ha llevado a una contaminación química ambiental
generalizada que puede afectar a la función hormonal normal en las personas
expuestas, particularmente en poblaciones vulnerables, como niños y mujeres
embarazadas.
Se ha informado que muchos de estos productos químicos
disruptores endocrinos (EDC, por sus siglas en inglés), que incluyen pesticidas
y sustancias utilizadas en la fabricación de una multitud de productos,
interfieren con la función de la hormona tiroidea, sin embargo, la política de
salud pública no aborda completamente los riesgos para las poblaciones
vulnerables.
Trastornos de
autismo y déficit de atención
En esta revisión, la profesora Barbara
Demeneix y sus colegas del Centro Nacional de
Investigación Científica de la Universidad de París-Sorbona, en Francia,
examinan evidencias publicadas de una gran variedad y un alto número de EDC,
desde pesticidas hasta productos químicos empleados en la fabricación de
medicamentos, cosméticos, muebles y plásticos, que pueden interferir con las
TH. Los autores destacan además que las mezclas complejas de estas sustancias
químicas que alteran la tiroides están presentes en todos los seres humanos,
incluidos los niños y las mujeres embarazadas.
La profesora Barbara Demeneix señala: "Hemos revisado las exposiciones
documentadas de mujeres embarazadas y niños a mezclas de sustancias químicas
que alteran la hormona tiroidea y proponemos que los conjuntos de datos
proporcionen un vínculo plausible con la incidencia reciente de afecciones del
neurodesarrollo, incluidos los trastornos del espectro autista y trastornos por
déficit de atención con hiperactividad".
Estos hallazgos indican que las exposiciones de mujeres
embarazadas y niños a sustancias químicas que alteran la tiroides en el ambiente
presentan riesgos reales para el desarrollo y la salud del niño, y subrayan la
necesidad de una estrategia de intervención de salud pública más específica.
"Muchos expertos en el campo consideran que las
actuales directrices de pruebas para sustancias químicas que alteran la
tiroides no son lo suficientemente sensibles, no tienen en cuenta los hallazgos
recientes y no consideran adecuadamente los riesgos para las poblaciones
vulnerables, como las mujeres embarazadas", concluye Demeneix.